Me llamo Artemisa y me confieso cuarentona y rebelde, gracias a ello todos los días niego que tengo 40 años pues mi espejo interior me dice que soy joven, fuerte y de mentalidad abierta y entusiasta. Creo que los 40´s es un parteaguas en la vida de la mujer, hay quien lo considera como el comienzo del declinar de la vida y hay quienes, como yo, creemos que es una etapa riquísima en experiencias de crecimiento y gozo. Pienso que todo radica en la forma en cómo nos programamos para ir viviendo las diferentes etapas de la vida, cada una de ellas con características que las hacen únicas e irrepetibles.
En lo personal, adoro esta etapa de los cuarentas, ya que ya dejé de interesarme en ser bella y atractiva, ahora acepto y disfruto mi cuerpo como es, no añoro la firmeza y la lozanía de la piel, pues en ella tengo tatuadas todas las experiencias que he disfrutado intensamente con todos mis sentidos. Ya no soy flexible y veloz, pero a cambio de ello tengo fuerza y resistencia para levantarme todos los días con entusiasmo de vivir y aprender de la vida.
Me considero una mezcla de juventud y experiencia, de inquietud y serenidad, de aventura y sensatez, de fuego y madurez…
Al paso del tiempo he podido darme cuenta que el momento más feliz de mi vida es el presente, lo que fui en el pasado ya no existe y lo que seré en el futuro es una promesa.
Agradezco lo que la vida, me ha brindado hasta ahora una familia amorosa e incondicionalmente apoyadora, un hermoso retoño que salió de mis entrañas, un trabajo que me permite realizarme profesionalmente y que es el medio a través del cual materializo todos mis sueños, amigos entrañables y nuevamente el encuentro con el amor de un hombre que me ama y me respeta.
¿Cómo no estar feliz de tener 40 años? Si la experiencia, el aprendizaje de los tropiezos, las pérdidas, las carencias y las adversidades, han forjado mi destino, más aún, el placer más grande de ésta etapa de los cuarentas es tener con quien compartir y disfrutar de los logros.
Siempre llevaré dentro de mí a la niña que se resiste a extinguirse, a morirse, pues de ella obtengo carácter y determinación para seguir conociendo y conquistando el mundo.
Aunque mis tejidos se aflojen, mi cuerpo adopte nuevas formas, mi cabello se tiña de blanco y mi piel se llene de arrugas, me sentiré bella, ya que la clave para verse y sentirse estupendamente bien se llama buena actitud.
Arriba las cuarentonas.
Artemisa.
También agradezco las experiencias vividas, buenas y malas porque me han hecho la persona que soy ahora, en definitiva me esfuerzo por mejorar cada día pero......
ResponderEliminarciertamente yo si extraño la lozania y la firmeza de mi piel, y no puedo negar que la juventud fué lo época más feliz de mi vida! yo sí cambiaría la sabiduría y determinación que tenemos a los 40, por la ignorancia y la inconciencia que me dieron felicidad :D
Buen post!