Si la belleza interior es la que le da poder a la belleza exterior, entonces la naturaleza se equivocó.
Porque cuando era joven no era tal “bella”. Y menos en mi adolescencia. Si, me divertí y fue bonito ir descubriendo el mundo, pero que fea me sentía!! desarticulada, que no encajaba (sin albur), insegura como ninguna. Temerosa, dubitativa. Y para colmo, usaba lápiz de labios rosa pálido (que me hacían lucir como si recién llegara de una visita con la muerte); los pelos del fleco encrepados con el único producto que podía levantar mi lacia cabellera: superpunk; pantalones aguados y tenía el descaro de tratar de ligar en el Magic con una corbata de moño (si, de smoking de hombre).
Ahora que lo pienso ¡con razón me sentía tan insegura! que fachas.
Ah! pero eso si, una cara redonda y rosa, libre de arrugas y llena de juventud.
No les voy a mentir: adaptarme al mundo y entender como funcionan las relaciones personales (con las amigas, los jefes, los novios, los papás) me costó muchísimo trabajo.
Durante mi juventud (los 20) le huí al ejercicio como quien huye de Hacienda.
Aceptarme a mi misma fue, durante muchos años, un bonito eslogan de productos de belleza y revistas fashion. Me deprimía fácilmente y no podía echarle la culpa del todo a las hormonas.
A unos meses de cumplir los cuarentas, veo con gusto y un toque de nostalgia, que estoy realmente en mi mejor momento:
Por fin me siento cómoda en mi piel. Las inseguridades se quedaron en la casa que habité de soltera (por lo menos las más gachas), sigo sin comprender del todo las relaciones humanas, pero ahora no me tomo casi nada personal, estoy entrenando duro para poder correr un medio maratón, trabajo en lo que me gusta y ya no tengo que usar los tacones altos que tanto duelen.
Ah! eso si, tengo un buen mechón de canas, los cachetes se perfilan para dar un look onda “bulldog”, mi cuerpo decidió que su acostumbrado peso de 59 kilos ya no le cuadra. Y oficialmente estaré en el grupo de las mujeres admiradas porque “ vela! ya tiene cuarenta y todavía tiene buen cuerpo” (como si de los 39 a los 40 hubieran 7 años de por medio)
Las mujeres dominaríamos el mundo junto con sus universos paralelos, si pudiéramos tener la belleza interior que alcanzamos en los 40´s con el cuerpo de los 20´s. Así pues, concluyo que la naturaleza se equivocó y mando esta carta cc a a La Madre, A Dios, y a todo aquel que esté dispuesto a escuchar esta protesta bien fundamentada.
So ( @blogylana y @cucharazen en twitter)
Que les puedo decir... me encanto!!!!
ResponderEliminarYo tambien quisiera haber sabido a los 20 todo lo que se el dia de hoy!!
Otra cosa que me ha dejado la edad: cuando niña, soñaba con tener hoyuelos en los cachetes. Y ahora cuando sonrío se me hace una arruga en el cachete izquierdo que si entrecierro los ojos juro que es mi soñado hoyuelo!! jajajajaja
ResponderEliminaroye!! el pelo y el fleco con superpunk era una excelente arma de defensa!!
ResponderEliminarfuera de broma, qué buen post
Ay, los 80´s...Flans, los copetes de cascada, los mallones con falda encma y los mega suéteres...¿qué onda con nosotras?..Y pensar que esa moda está de vuelta. Ya viene tu cumple ¿vas a hacer fiesta?
ResponderEliminarSi apenas eres una jovenzuela ... y hablando de las experiencias, creo que si hubiera sabido la mitad de lo que ahora sé, a la mitad de la edad que tengo, no hubiera cometido tantas mesadas, pero entonces, ¿cómo hubiera apendido tanto sino cometo esos errores?
ResponderEliminarUn abrazo!
Hoy está tan de moda que las mujeres usemos corbata de moño! Yo admiro tu rebeldía para el estilo personal (bueno, tal vez habría sido bueno hacer algunos ajustes jaja) y agradezco estos posts porque creo que puedo ir aprendiendo por dónde va el camino adecuado para la belleza interior a mis 30.
ResponderEliminarGracias por aventajarme a mi tiempo! Ü
Besos, guapísima!
Gracias a todos por sus lindos comentarios. Un abrazo muy cariñoso y que conste que en este blog, no nos da pena decir nuestra edad ;)
ResponderEliminarjajaj recuerdo esos corbatines de moño, tambien hubo una época que se usaba corbatas de colores (si, yo usaba una corbata de color y una enorme camisa blanca, ) y el fleco con super punk, clasico!!,
ResponderEliminaryo también eh pensado que "si hubiera sabido" lo que se ahora... no hubiera hecho tantas burradas en mi vida, pero, es parte de la imperfección humana y del aprendizaje.
un abrazo virtual bien fuerte :)
Yo creo que unas por otras, porque la perfección nomás no existe. Experiencia por ingenuidad, canas por barritos. Siempre hay algo que "no está bien" y siempre hay cosas maravillosas. Supongo que si a los veinte fuéramos tan listas y seguras como lo somos después, la competencia también estaría más dura!! Mejor dejar de competir y disfrutar del paseo.
ResponderEliminarPreciosa publicación.....y muy cierta!.
ResponderEliminarA los 20 no salía a la calle sin maquillarme porque qué horror que me vieran con la cara lavada, a mis casi 40, puedo salir tal cualo soy sin complejo..¿Qué loco, no?
:D
Mi querida So: Y pasaste de crisalida a una bellisima mariposa, el cambio ha valido la pena y te felicito por tu fortaleza y determinación para ir aun más alla de tus sueños. Te felicito de nuevo, es una hermosa experiencia la que has compartido. Saludos!
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